REFLEXIONES DEL PROF. CARLOS ESPIRITU

Tlalpan D.F., a 8 de marzo de 1999

En este significativo cuadragésimo quinto aniversario de la fundación de nuestra querida escuela Secundaria diurna No. 29 “Don Miguel Hidalgo y Costilla”. Permítame compartir con ustedes algunas reflexiones en torno al surgimiento de la educación secundaria, para la juventud tlalpense.

Considerando que la educación, es la base para el desarrollo de los pueblos y naciones, además de constituir el medio más apropiado para que la juventud tuviera un cambio de vida que los hiciera mejores mexicanos para bien de la patria y el suyo propio, en el año de 1948, tuve la inquietud de fundar en Tlalpan, la primera escuela secundaria vespertina No. 65, por cooperación “Jose Azueta”, con alumnado mixto.

Las gestiones dieron inicio haciendo la solicitud correspondiente, a las autoridades de Educación Pública, las que concedieron el uso del local de la escuela primaria del mismo nombre, ubicada en la barranca de las Fuentes Brotantes, además de hacer la donación del mobiliario escolar necesario para su funcionamiento.

De inmediato se integró la documentación de incorporación con las propuestas de la planta del personal docente, recordando entre algunos maestros , al Padre Esparza en la cátedra de ética, al Profr. Félix Martínez en historia, a la Profra Ana Ma. Martínez Anaya en ingles, a la Profra. Aurelia Carreño en biología, el Profr. Francisco Valdez en literatura, a la Profra. Carmen Reyes Romero en Talleres y al Profr. Alonso Avila en matemáticas, algunos mas escapan a mi memoria, pero a todos ellos, les quiero hacer patente mi reconocimiento a su alta vocación de servicio y entrega desinteresada por la juventud tlalpense.

Los recursos económicos para el sostenimiento de la institución fueron proporcionados por la altruista cooperación del gerente de la fábrica de hilados y tejidos “La Fama Montañeza” y por el gerente de la fábrica de papel “Peña Pobre” Ing. Lenz.

Con el propósito que los maestros tuvieran mayores facilidades de transportarse desde la Ciudad de México a Tlalpan, se logró que los consecionarios de transportes de la ruta México – Tlalpan, otorgaran pases gratuitos a los docentes que laboraban en la escuela.

También la Secretaria de Educación Pública proporcionó una cooperación mensual, al igual que los padres de familia contribuyeron para sufragar los salarios de los maestros y la adquisición de material didáctico.

La oficina de correos ubicada en la delegación, también colaboró en el desarrollo de esta obra educativa, concediendo la exención del porte a la correspondencia de la escuela para facilitar la comunicación con las autoridades así como, con los padres de familia.

En el año de 1952, la escuela se cambió de su ubicación original a un local propiedad del Departamento del Distrito Federal, ubicado en el parque nacional de las Fuentes Brotantes, en donde funcionó exclusivamente durante un año.

Habiéndose organizado los vecinos y asociaciones de Tlalpan, para solicitar al ciudadano Lic. Ernesto P. Uruchurtu, Jefe del Departamento Central, se me concediera el nombramiento de Delegado de Tlalpan, el cual me fue otorgado en el año de 1953, de inmediato procedí entre otras actividades de gobierno, a realizar las gestiones correspondientes para que se fundara una escuela oficial de educación secundaria en Tlalpan, trasladándose a los alumnos de la escuela mixta secundaria vespertina por cooperación “Jose Azueta” a la actual secundaria diurna No. 29, la cual se estableció en este monumento histórico, denominado Casa de Moneda, el cual fue remodelado y adaptado, gracias a la valiosa aportación económica del ciudadano Santiago Galas, benefactor de la educación en Tlalpan.

Fue así, como muchos jóvenes estudiantes tuvieron la oportunidad de recibir su certificado de enseñanza secundaria y la posibilidad de continuar con estudios superiores, como se que muchos de ellos lo alcanzaron, para todos ustedes “MIS NIÑOS” mi más cálida felicitación, porque lograron ser hombres de bien al servicio de la Patria y de su familia.

Por último, deseo dirigirme a las actuales generaciones de jóvenes, que se preparan en este sagrado recinto, a los cuales “DESEO QUE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, EXISTA ESTA CASA DE LUZ EN DONDE LOS JÓVENES DE TLALPAN ENCUENTREN LA REALIZACIÓN DE SUS MÁS CAROS ANHELOS, LA CONCRECIÓN DE SUS MÁXIMOS IDEALES Y LA PLENITUD DE SUPERARSE DÍA CON DÍA, A TRAVÉS DE LA GUÍA Y EL APOYO DE SUS PADRES Y MAESTROS”.

A TODOS USTEDES MI AGRADECIMIENTO INFINITO, POR PERMITIRME SEMBRAR UNA SEMILLA QUE DIO FRUTOS MARAVILLOSOS.

Muchas Gracias

Profr. Carlos Espíritu Pineda